me enseñó que mi destino era rodar y rodar, o al menos eso es lo que dice la canción. A mí la piedra que se me cruzó simplemente me pareció curiosa, una de esas maravillas que sólo puedes encontrar de pascuas a ramos. Yo, o mejor dicho, mi mente es muy aficionada a imaginar cosas y a atribuir figuras atípicas a algunas formas, ya sea de piedras, manchas en papel o algún otro objeto. No sé si será mi imaginación o que realmente veo algo que existe en realidad. En este caso creo que se ve bastante claro que la piedra tiene la forma que tiene, ¿qué como se ha formado un perfil tan perfecto? Misterios de la erosión y la naturaleza.
La piedra se encuentra en el camino que sube hasta la Fuenfría cerca de las piscinas naturales y en un camino asfaltado paralelo a la Calzada Romana que hay en Cercedilla (pueblo de la sierra madrileña muy próximo a Guadarrama). Había pasado muchas veces por ahí pero no me percaté de esta figura hasta tiempo después, y es que una de sus peculiaridades es que solo se ve la imagen tan clara desde una perspectiva muy concreta, te tienes que situar en un punto especial, si no simplemente se ve una piedra. Curioso ¿verdad? y ahora, ¿qué podéis ver en la foto?
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