UNA MIRADA A LA HISTORIA

VERGÜENZAS HISTÓRICAS

Foto tomada de www.celtoslavica.de

Tenemos muchas, demasiadas en la Historia y desde que el mundo es mundo se han cometido genocidios y matanzas debidas a diversas causas: raciales, sociales, económicas, religiosas... Aunque yo creo que el fondo es el mismo; tras una serie de ideas encubiertas o, solapadas con una buena dosis de fervor patrio, religioso etc., siempre ha habido el mismo interés. El interes del urto, de quedarnos con algo ajeno y, sobre todo el miedo ante lo desconocido; ante algo que nadie conoce pero que tiene una fuerza inmensa para captar a grupos de gente, lo que puede llevar a quitar el poder a quien lo tiene. En definitiva, ambición, poder; poder y ambición; lo mismo de siempre.

Ayer se cumplieron muchos años, demasiados para contarlos, de otro de esos hechos vergonzosos por los que tendríamos que sonrojarnos hasta la raiz del pelo. Un 16 de marzo de 1244, un día, no sabemos si lluvioso, ventoso o tan soleado como hoy un grupo de personas fueron inmoladas por tener ideas distintas y practicar la religión a su manera.

Me refiero a los cátaros, un grupo religioso completamente pacífico, pero separado de las doctrinas de la Santa, Católica y Apostólica Iglesia de Roma. No, los cátaros vivían la religión a su manera, eran unos místicos que creían en una religión pura y en que las almas podían entran en contacto directo con Dios desde el recogimiento y una vida frugal y virtuosa alejada de los excesos, que por aquella época, representaba la iglesia oficial. De hecho ellos no iban a las iglesias convencionales y su culto lo solía dirigir el más anciano de su comunidad. Y su jerarquía era sencilla: aprendices, maestros y grandes maestros.

Los cátaros rechazaban muchas de las creencias de la poderosa Iglesia Católica, no admitían el Antiguo Testamento, y del Nuevo, si bien creían en Jesucristo, rechazaban que este hubiera venido al mundo para redimir al hombre de sus pecados. Ellos creían que el sólo pretendía dejar una guía de actuación para que los humanos pudieran seguir su camino. Los cátaros rechazaban cualquier bien material y se centraban en la pureza del alma a través de sus acciones y de la luz de la pureza. Otra de sus particularidades fue que no hacían distinción entre hombres y mujeres, ya que éstas también podían alcanzar el rango de maestras o grandes maestras al igual que cualquier hombre; algo novedoso y peligroso para los garantes de las tradiciones. ¿Una mujer con el mismo poder de un hombre? ¡Ja! eso no podía ser sano.

Los cátaros se extendieron con facilidad por varios países, pero llegado el momento, fueron considerados peligrosos herejes y, por lo tanto, había que eliminarlos. Esto produjo un éxodo que les llevó a instalarse en Montsegur bajo la protección de los señores feudales del Languedoc —lo que hoy en día es el sur de Francia— (los Condes de Tolosa, los Condes de Foix, los Condes de Cominges, los Vizcondes de Carcasona e incluso la Corona de Aragón) que les dio cobijo y protección. (Recordemos que el Languedoc en aquella época tenía independencia de Francia y en todo caso algunos nobles, como los condes de Tolosa, rendían vasallaje al rey de Aragón) También hay que recordar que desde tiempos anteriores los nobles feudales del sur de Francia eran grandes defensores de la cultura, el arte y, todo lo novedoso fue siempre bien recibido, haciendo que sus habitantes fueran gentes mucho más abiertas y tolerantes. 

Pero el poder del rey de Francia se unió al del Papa y eso es mucho poder. Todos cerraron bandos contra los del sur y los cátaros y con el pretéxto de una guerra santa contra la herejía (lo que se conoció como la Cruzada Albigense) se produjo otra de las grandes vergüenzas históricas. Montsegur fue sitiado, y las constantes batallas debilitaron en demasía a los nobles del Languedoc, que finalmente, tuvieron que rendirse a los franceses. Los cátaros se vieron abandonados y no les quedó más remedio entregar la fortaleza, que durante un largo período de tiempo había sido inexpugnable.

Por supuesto que la iglesia les dió la oportunidad de retractarse de sus pecados para librarse de la hoguera, pero ellos prefirieron la muerte antes que dejar sus creencias. Ellos pensaban y sí que creían fervientemente que tras la muerte había otra vida mejor. Hombres, mujeres y niños fueron inmolados tras cánticos místicos y gloriosos, alabando a Dios y perdonando a sus ejecutores, voluntariamente, pacíficamente y sin oponer resistencia uno a uno se fueron entregando al fuego. Según textos que he leído, todos los que presenciaron esta escena sufrieron escalofríos.

¿Realmente el crimen realizado contra los cátaros fue simplemente por un tema religioso? Personalemente soy de la misma opinión que muchos estudiosos. Opino que esta lucha contra los cátaros fue una excusa del rey francés para hacerse con ese territorio del sur, y arrebar parte del vasallaje a la Corona de Aragón. algo que soñaban con hacer desde hacía tiempo. Evidentemente lo de la lucha contra los cátaros fue la excusa perfecta. Por otra parte, la iglesia andaba tras los pasos del llamado tesoro cátaro, algo de lo que se había corrido la voz y que probablemente, aunque muchos lo creyeran, no tenía nada que ver con lo material; ya que esto era algo que los cátaros rechazaban de plano.



Vamos que realmente la religión, poco o nada tiene que ver con estos temas, una vez más es el ansía de expansión, poder y riqueza  lo que mueve a la mano que mece la cuna.

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LA DIVERSIÓN Y LA CULTURA NO ESTÁN REÑIDAS

Foto tomada de www.rtve.es
Y digo esto porque ayer, gracias a que vi el episodio semanal de la serie de la 1 "El Ministerio del Tiempo" me enteré de una cosilla llamativa. ¡Vamos!, que a partir de un descubrimiento curioso y a la vez real, los guionistas de la serie hicieron un capítulo de ficción muy interesan de una época que, personalmente, me resulta de las más interesantes históricamente hablando.

1940, inicios de la II Guerra Mundial y el protagonismo y la postura de España ante la guerra. Al parecer es totalmente cierto que Himmler, el brazo armado de Hitler, y para mí el peor de sus palmeros secundarios (el fue uno de los principales artífices de la Gestapo y la apertura de campos de concentración donde hacían barbaridades con los judios y, los que no eran judios) visitó España con un propósito muy especial. En esa visita pasó, como no, por Madrid y aquí, como no podría ser de otra manera, dada la época y nuestro gobierno de entonces, ejem (no hacen falta calificativos ¿no?), corrieron a ofrecer a este señor tan majo y  tan simpático las mejores atracciones que se podían ofrecer; un espectáculo grandioso de nuestra fiesta nacional con las mejores figuras del toreo de la época. En fin, esto no sería nada curioso, máxime que era lo que durante todos los años de dictadura se ofrecía a cualquier personaje influyente que tenía a bien visitarnos. Lo que realmente tira para atrás es que al señor Himmler no le faltaron calificativos para describir nuestra fiesta, para él los españoles pasamos a ser un pueblo bárbaro y sanguinario que maltratábamos a pobres animalitos, y sus palabras textuales fueron que Gallito, uno de los mejores del cartel de la tarde, era un asesino. Pero si hasta se desmayó en la plaza y vomitó. ¡Ojo! que yo soy antitaurina total, no puedo soportar ese espectáculo lamentable que he visto por la tele, cuando no tenía más remedio, pero que jamás he visto en vivo y en directo porque creo además que dejaría pequeño a Himmler si viera algo así, pero que esos calficativos vinieran de este señor, ¡manda narices! cuando él se recodeó mandando familias enteras a gasear y otras perrerías varias mucho peores que esas que ya es decir (esterilizaciones femeninas, estudíos ciéntificos con deficientes mentales o físicos etc. etc.) ¡Vamos una joyita la criatura y el más digno para criticar las costumbres de otros! Como diría mi madre esto es para mear y no echar gota.

Curiosamente el mismo día que Himmler visitó el monasterio para llevarse el Santo Grial (cosa que no pudo hacer porque el Prior se negó rotundamente a que sus soldados entrasen en el sótano) ¡Olé por el Prior ya tuvo un par el señor para enfrentarse a un grupo de soldados nazis armados hasta los dientes! Sin duda le echó más valor que el Gallito frente al toro. Franco y Hitler se reunían en Hendaya para pactar la entrada o no de España en la guerra, que menos mal que Hitler se negó a firmar todas las condiciones que le puso Franco, que si no vamos pero de cabecita al matadero y además con el bando perdedor, ¡manda huevos!

El mandatario nazi vino a España ni más ni menos que con la divina misión de encontrar el Santo Grial, que los nazis según informaciones que les habían llegado, pensaban que estaba en el Monasterio de Montserrat. 

Creo que a estas alturas ya es más que sabido el gusto que tenía Hitler y toda su camarilla por los objetos místicos y por las reliquias del cristianismo. Eso fue totalmente real y no una invención de los guionistas de Indiana Jones. Los nazis gastaron dinero y tiempo en buscar cosas tan míticas como el Arca de la Alianza, la lanza de Longinos o el Santo Grial, es algo que a estas alturas pocos desconocen. ¿Por qué? por la sencilla razón de que alguien hizo creer al Fuhrer que estos objetos realmente tenían poder y quien los poseyera sería totalmente invencible y por tanto llegaría a ser el dueño del mundo.

Yo he leído por ahí, y me lo creo, que Hitler cayó en manos de una especie de mentalista, vidente; que de cara al público vivía de sus espectáculos, algo que no me sorprende dado que ese tipo de entretenimiento era muy del gusto de la época; pero hay quien dice que ese señor (ahora no recuerdo su nombre) realmente tenía cierto poder, al menos de hipnosis, y consiguió que la suerte de Hitler cambiara.

A mí es algo que no me sorprende ¿De que otra manera pudo llegar a lo que llegó un señor a quien nadie se tomaba en serio? Creo que es sabido que Hitler quiso ser pintor y fracasó totalmente, durante la I Guerra Mundial sus compañeros del frente se reían y burlaban de él y cuando comenzó en la política y predicando sus ideas no le resultará a nadie extraño saber que en la mayoría de las ocasiones, por no decir en todas, fue considerado como un charlatán de tascas y terminaba en la calle con una patadita en el culo.

Por lo tanto no me extraña en absoluto que su triunfo se debiera a que alguien le hizo creer que tenía cierto poder y magnetismo, falso, seguramente, pero no hay nada mejor para un supersticioso que hacerle caer en la superstición y que el mismo se crea su propia mentira. Si no no sería explicable como este señor del que todos se burlaban años antes terminase hipnotizando a una población cada vez que habría la boca.

Lo que fue su poder máximo, el oscurantismo y la creencia en las ciencias ocultas, también fue la perdición de Hitler. Ya mediada la guerra, pocos gobiernos de los alidados desconocían este secreto a voces del mandatario nazi que había hecho temblar los cimientos de toda Europa. El mísmisimo Churchil, sagaz, donde los haya se aprovechó de esto y en sus discursos sobre la victoria de Inglaterra y los aliados mandaba claves ocultas esotéricas que solo eran conocidas por Hitler, cosa que dicen le ponía muy nervioso. Incluso hay quien dice que el  famoso gesto de Churchil de la V (signo de la Victoria) no tenía el significado que la Historia le ha dado, sino otro muy distinto que solo conocía Hitler. De hecho quienes estaban cerca de él cuando veía este gesto en la mano del Primer Ministro inglés comentaba que se ponía muy nervioso y alterado y las órdenes salían sin orden ni concierto de su cuartel general.

¿Eso significaba que Churchil era otro loco esotérico? Pues claro que no, seguramente pocos personajes históricos sean tan juiciosos, tan sensatos y posean esa flema británica como el gran estratega inglés. Si alguien puede encarnar la personalidad del típico inglés, tranquilo, flemático y algo descreído, sin duda es el mítico Primer Ministro de Reino Unido, eso sí, tuvo la inteligencia necesaria para derrotar al enemigo no solo por las armas, también mentalemente que sin duda es la forma más inteligente y más efectiva de hacer caer a tu oponente.

Esto que dan algunos por cierto, puede ser verdad o una leyenda urbana, los que lo sabían ya no lo pueden revelar, pero lo cierto es que toda leyenda tiene un poso de verdad y que para derrotar a alguien de forma tajante hay que conocer al enemigo, más que al enemigo, sobre todo hay que saber sus puntos débiles y por donde se le puede encajar el golpe que le dejará KO, y en este caso, afortunadamente para todos los que vinimos detrás, triunfó, no sé si el más fuerte, pero sí el más inteligente.


Bueno, lo que ha dado de sí un capítulo de una serie de televisión, para que luego digan que la tele no ayuda a culturizarse. Pues en algunos casos sí, la pena es que cada vez ayuda menos, por eso hay que aprovechar lo poquito que nos ofrece y exprimirlo al máximo. 

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LA REINA Y LA METEOROLOGÍA

foto tomada de la página profesormoriarty.blogspot.com
Conocer el tiempo, es decir saber si mañana tendremos un sol radiante o, por el contrario, nos caerán chuzos de punta, siempre ha sido una de las grandes inquietudes del ser humano. La prueba de ello es que desde tiempos muy remotos el hombre siempre ha mirado al cielo preguntándose que tiempo les haría al día siguiente. Algo que tiene mucha lógica ya que debemos pensar que, sobre todo, hace no tantos años, la tierra y sus frutos eran su mayor sustento; y precisamente del estado del tiempo dependía su vida y la de su familia.

Todos sabemos que los hombres de campo, agricultores, pastores etc. conocen o detectan mejor que nadie el estado de la meteorología. Siempre me produjo gran interés saber como se las arreglaban, para sin medio alguno; simplemente llevados por su experiencia, su sentido del olfato o su agudo sentido visual podían predecir el sol o la lluvia.

Incluso en nuestros días si nos perdemos por algún pueblecito remoto y nos paramos a hablar con alguno de los ancianos sentados en sus plazas, es probable que nos digan ante nuestro estupor que en breve nos va a caer un tunda de agua de no te meneés, a pesar de que tú, ciudadana urbanita donde las haya, mujer tecnológica cargada con todos los cachivaches modernos habídos y por haber; GPS, teléfono móvil de última generación y etc. etc, te quedes estupefacta contemplando un cielo completamente despejado y de un azul brillante y maravilloso.

No sé si esta misma inquietud se la produjo alguien a la reina Isabel II, pero lo cierto es que lo que, ahora tenemos por un invento moderno, no mucho más antiguo que la televisión en nuestro país, y vemos como si tal cosa que  cada día unos señores/as sonrientes te anuncian la marabunta que nos va a venir. Ahora que con solo un clic de ordenador podemos saber que tiempo vamos a tener en distintos lugares y con previsiones de hasta más de quince días, no es un invento tan actual ni es producto de nuestro siglo.

Un día como hoy 5 de marzo de 1860, la reina Isabel II, si la hija de Fernando VII, esa que levantó tantas pasiones, para mal, esa que hizo enfrentarse a un país en dos bandos, no por ella, hay que ser justos y la pobre tampoco tuvo la culpa de las triquiñuelas, los trampeos y la mala leche de su papi, El Deseado; inauguró la primera estación meteorológica española, institucionalizando este servicio y haciéndolo oficial en España.

Bendito siglo XIX, con todas sus cosas malas y buenas, con sus revoluciones, con sus primeros conatos feministas, con sus idas y sus venidas, sus constituciones, sus primeros intentos republicanos, sus consevadores y sus liberales, sus Prim, sus Cánovas, sus Serrano, sus Sagasta, sus sindicalistas... En fin que en mi humilde opinión todavía los hijos de la segunda mitad de siglo XX y los del XXI debemos mucho a nuestros tatarabuelos, que dieron los primeros pasos en tantas cosas que ahora vemos normales, y por supuesto, infinitamente más mejoradas.

Obvio que aquello sería irrisorio comparado con lo de ahora con todos los avances tecnológicos que facilitan nuestro día a día, pero no olvidemos que para todo avance es necesario un primer paso, y es indiscutible que los primeros pasos para todo lo que ahora forma parte de nuestra vida, los dieron nuestros antepasados hace más de ciento cincuenta años.

Aún así sigo mirando el cielo y preguntándome como sin todos esos trastos supermodernos, todavía queda gente que con solo oler el aire y mirar el cielo. sigue prediciendo de forma tan atinada si nos va a caer la del quince o nos vamos a torrar vivos como San Lorenzo en la parrilla.

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PONIENDO PICAS POR EL MUNDO

Ups!! Ayer se me pasó por alto un hecho histórico importante, aunque algo olvidado ya en el transcurso de la Historia, y es que verdaderamente me da mucha penita que esta asignatura tan interesante ahora esté tan poco valorada y haya pasado a ser tan de relleno como la música, las manualidades y etc. etc


Foto tomada de WIKIMEDIA

Aunque mi cuadro de efemérides diga que hoy fue el día de la batalla de Pavía, es un lapsus, en realidad la batalla se celebró ayer. Sí, un 24 de febrero de 1525, nuestros flamantes (bueno no tan flamantes) Tercios —Esos mismos tercios que ponían la pica en todas partes, que subieron a los altares de la grandeza de España a gente como el duque de Alba; pero que luego tenían a los pobres soldados más muertos de hambre que a los perrillos callejeros— Esos ejércitos digo, hambrientos, harapientos, hombres que terminaban formando parte de la milicia por obligación o simplemente por pura hambre y desesperación; consiguieron vencer en las afueras de la ciudad de Pavía (Italia) al todopoderoso, flamante, brillante, encopetado, emplumado, algo pijo (que también hay que decirlo) y siempre bien entrenado y mejor pagado ejército francés.

El ejército francés era un buen ejército que poseía la mejor caballería de toda Europa, lo que pasa es que, a pesar de todo, no podía ganar en poderío territorial a nuestro Carlos I; V para los alemanes, que por derecho de nacimiento y ser nieto de quien era, que el hombre tampoco tuvo la culpa, todo le cayó como herencia je, je, je (las herencias les han dado problemas a más de uno). Así que Francisco I, rey de los galos, tenía cierta envidia y como ya andábamos como los buenos vecinos que hemos sido siempre con piques que si la Provenza es mía que si el Rosellón y la Cerdaña bla,bla,bla. Pues Francisco vio la posibilidad de hacerse con los terrenos italianos.

Y allá que fueron nuestros tercios, efectivamente, a poner la pica en otro lugar, que parece ser que no teníamos bastantes. Éramos pocos y parió la abuela unos terrenillos más, total...

Pues casualidad de casualidades, cuando los franceses vieron las pintas de nuestros soldaditos españoles y valientes, donde los haya, como que se carcajearon un pelín. Cuatro zarrapastrosos, morenos, bajitos, cejijuntos, con cara de no haber probado un Activia en la vida y oliendo a vino y a ajo para marear, no iban a poder ganar a tan brillante ejército con sus armaduras tan idem.

Pero, amigos, no contaron con la valentía y el arrojo de todo un veterano de la toma de Granada como fue Antonio de Leyva, ni con que aquel grupo de pobre ganapanes de poca monta tenían más arrestos, más tozudez, más voluntad y sobre todo más hambre y ganas de comer que toda su espectacular caballería y sus soldaditos bien alimentados y hechos unos figurines de pasarela Cibeles.

Así ganamos una batalla a la desesperada, porque si hay algo que nos distinga a los españoles, por eso quizá no nos entiende ni Dios, es que nos crecemos ante las adversidades, que bien comidos y alimentados y cuando no nos falta de nada somos de lo más pacífico y de lo más dejado del mundo, pero ¡ay! cuando nos quieren meter algo por la fuerza o nos jugamos las habichuelas no hay nada que se nos ponga por delante.

Eso le valió a nuestro emperador, que jamás montó un caballo en su vida, (que sí, que el de Tiziano no me vale porque eso fue una pura invención del pintor para dar más empaque a su obra) ganar a los franceses los territorios de: El Milanesado, Nápoles, Flandes, Artois y Borgoña.

Por el contrario, al primo díscolo, es decir a Francisco I de la France, solo le sirvió para quedarse más ligero de territorios (oye se mire por donde se mire, eso tiene sus ventajas) y una estancia de placer y a todo lujo de un año en nuestro Madrid querido, o el Madrid de los Austrias, como se prefiera. Eso sí el hotel no fue la torre de los Lujanes como siempre se creyó, sino el mismísimo Real Alcázar, situado en el mismo lugar donde ahora está el Palacio Real que a mi me gusta más llamarlo Palacio de Oriente ¡ea!, porque el Alcázar original se le quemó, varios siglos después ¡vaya por Dios! a Felipe V je,je,je, este diría que aquello como que no le traía buenos recuerdos y mejor quemarlo y hacer algo nuevo, así una Nochebuena de 17... no se cuantos, dijo que en vez de asar el pavo, mejor achicharrar el alcázar entero. 

En fin, así terminó uno de los hechos más gloriosos de nuestra Historia y si queréis pasar un buen rato recordando la batallita de marras no podéis dejar de leer el relato "Jodía Pavía" de Arturo Pérez-Reverte, os aseguro que es una maravilla, humor, ironía e Historia todo junto.



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EL CANTO DE UNA TIERRA


"Corre o vento, o río pasar
corren nubes, nubes corren
camiño da miña casa.

Miña casa, meu abrigo:
vanse todos, eu me quedo
sin compaña, nin amigo.

Eu me quedo contemprando
as laradas das casiñas
por quen vivo suspirando."

                        Cantares Gallegos
                        Rosalía de Castro


Hoy, gracias a la efemérides del día, el 178º aniversario del nacimiento de Rosalía de Castro, así que voy a aprovecharme de esto para echar una de esas miradas a la Historia que tanto me gustan.

Rosalía nació un día como hoy de 1837, fue hija de un sacerdote y una mujer soltera hidalga pero con pocos recursos económicos. Esto, que no era tan raro como pudiera parecer, se ocultó en sus primeras biografías, ya que la mentalidad rígida de la época, si bien admitía esto como probable y algo que debía quedar en la total intimidad familiar, no debía hacerse público ya que en esas mentes puritanas no cabía alardear de algo que se reconocía como pecaminoso.

Poco más voy a resaltar de la vida de esta mujer, para eso hay biografías y un lugar llamado Wikipedia, donde podemos fácilmente consultar todo lo referente a su vida.

Quiero centrarme básicamente en su vida literaria y en lo que supuso eso para una mujer de casi principios del siglo XIX, una época donde las mujeres valían más bien poco, su vida se limitaba a ser buena hija, buena esposa, buena madre; pero eso si, manteniéndose siempre en un segundo plano muy discreto sin hacer ninguna sombra al varón de la casa.

Escribir en este siglo no era fácil, ni siquiera daba dinero, así que vamos a imaginar lo que tendría que soportar Rosalía en su tiempo. Escribir y más en gallego, una lengua que entonces era considerada poco más que un dialecto, debió de ser una aventura digna de vivir pero muy difícil. En un mundo hecho a la medida de los hombres, donde pocas mujeres se atrevían a hacer cosas tan benignas para la moral como escribir; y las pocas valientes se escondían tras un seudónimo masculino, tuvo que ser algo inaudito. Aunque en eso se cree, que Rosalía contó con una buena ventaja y es que su marido apoyó y animó siempre el trabajo literario de su esposa, pese a que siempre hubo sospechas de que la pareja no fue todo lo feliz que cabía esperar en su vida marital.

Años difíciles para la escritura, aunque también hay que reconocer que fue un segundo siglo de oro para el arte de escribir, no solo en España, pero no lo fue tanto para las ideas. Por un lado la literatura abría puertas a distintas posibilidades, mientras que la sociedad las cerraba de un portazo... en fin, creo que esto es algo repetitivo aunque de formas distintas en todas las épocas.

¿Sería por eso que Rosalía en su lecho de muerte pidió a sus hijos que quemaran todas las obras que había dejado escritas sin publicar? Posiblemente fue algo complicado luchar en un mundo vetado y, muchas veces, menospreciado.

Pero para eso está la Historia y el paso del tiempo que pone cada cosa en su lugar y ahora, esta mujer pionera es reconocida como lo que fue, la gran precursora de la poesía moderna española junto con Gustavo Adolfo Bécquer.

NOTA: Cliqueando en la foto se puede acceder a la biografía de la escritora.

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LA HISTORIA Y LO COTIDIANO

Que la Historia es algo cotidiano lo sabemos aunque no lo tenemos muy asumido. Casi todos tenemos la idea errónea de que la Historia con mayúsculas es una cadena de hechos importantes y grandiosos y que cambiando el rumbo de la vida de algunas personas concretas, cambia también la vida del resto de la humanidad. Esta idea es correcta, lo incorrecto olvidarnos que los hechos cotidianos, los pequeños pasos que se dan en el día a día también es una manera de hacer Historia y que los sucesos más sencillos y cotidianos pueden cambiarnos la vida y mucho. Y la prueba es lo que sucedió un día 16 de febrero de 1937, cuando la fábrica Dupont tuvo la idea de volver a patentar y, lo más importante, fabricar al por mayor una idea que años antes había descubierto y patentado Wallance Hume Carothers, el nylon.

Aquí en España lo conocemos como nailon. Esta tela es un polímero artificial resistente, elástico y prácticamente irrompible que revolucionó la industria textil y pasó, por bajo coste, a convertirse en el sustituto ideal de la carísima seda y el rayón.

El nylon fue un claro aliado para la mujer, permitiendo que muchas de ellas (sobre todo las de clases sociales más bajas) pudieran lucir medias transparentes y abandonar las, poco estéticas medias de lana, ya que debido al alto coste de la seda (material con el que se fabricaban las medias transparentes, conocidas como cristal) estaban nada más que al alcance de los bolsillos más opulentos.

Este material elástico, resistente, que no precisa planchado, prácticamente irrompible y, sobre todo, un material que no era atacado por esas terribles plagas de polillas (que en aquellos lejanos inicios del siglo XX aún arruinaban fácilmente otros telas más costosas)  y que vino evolucionar y mejorar la vida de las mujeres, llegó a escasear en la II Guerra Mundial a partir de la entrada de EE.UU en el conflicto, ya este material fue empleado y reclamado por la industria armamentística para la fabricación de materiales resistentes para la guerra como: cuerdas, mochilas, paracaídas, etc. Tanta demanda masiva de este tejido llevó la producción a tal colapso que su uso como material para prendas de lencería femenina fue prácticamente nulo en esos años. Esto provocó la indignación de muchas mujeres que, una vez acabada la guerra, reclamaron el nylón de nuevo para su uso habitual, negándose a que únicamente formase parte de la industria bélica, y pasando, ya con todas las de la ley, a ser un elemento más de comodidad de su uso cotidiano.

Como curiosidad os tengo que decir que antes que las medias, camisones, enaguas, cuerdas o paracaídas; los primeros elementos que se fabricaron con este material fueron las cerdas de los cepillos de dientes, que se comenzaron a usar en Estados Unidos al poco tiempo de que se patentase el invento, pero que no llegaron a Europa hasta 1945.

Como podéis ver,  la Historia no se alimenta solo de grandes hombres y grandes guerras. Algunas de las batallas más beneficiosas para la humanidad se libran en los hogares.


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EL ANIVERSARIO DE UNA PIONERA


Fotografía tomada de WIKIPEDIA
"Abrid escuelas y se cerrarán cárceles"

Un día 31 de enero de 1820, nació en El Ferrol, Concepción Arenal, una de nuestras primeras pensadoras. Hija de un eminente militar, abierto opositor del régimen absolutista y totalitario de Fernando VII, cosa que le llevó prematuramente a la muerte. Desde muy joven se despertaron en ella inquietudes educativas y sociales.

Finalizado su periodo de estudios en un colegio para señoritas, y pese a la oposición de su madre, acudió a la facultad de derecho en calidad de oyente y disfrazada de hombre, ya que en aquellos años la mujer tenía vetada la entrada en la universidad. En esa época y también, disfrazada de hombre, asistió a tertulias culturales y políticas.

Finalizados sus estudios, se casó y junto a su marido participó en un periódico. Al quedarse viuda fue nombrada visitadora de cárceles femeninas, la primera mujer que tenía acceso a este tipo de lugares como calidad de inspectora. Desde el primer momento Concepción se preocupó de la reinserción y educación de estas mujeres fomentando la creación de talleres dentro de las cárceles para que pudiesen aprender un oficio y sacar a sus familias adelante sin necesidad de delinquir. Está claro que el pensamiento de Arenal era que la delincuencia estaba fomentada por una sociedad corrupta y antisocial que no daba salidas a los más desfavorecidos.

El feminismo de esta mujer fue sin duda un feminismo muy "light" y basado en unas ideas religiosas muy fuertes y enraizadas dentro de su educación, aunque no le faltaron críticas un tanto ácidas para esta institución. A las mujeres de la actualidad, esto nos podría parecer algo decadente y sin duda muy escaso para lo que realmente se ha podido alcanzar, pero no olvidemos que para aquellos años los logros de esta mujer fueron espectaculares, máxime cuando algunos años más tarde en lugar de evolucionar en estas ideas, parece que se volvió a dar marcha atrás. Sin duda creo que este tipo de pioneras que contribuyeron a forjar lo que tenemos hoy en día siempre se merecerán mi respeto.


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