LIBROS Y CINE

NO SIEMPRE LAS COSAS BIEN HECHAS TIENEN RECOMPENSA

FOTO TOMADA DE LA PÁGINA www.vertele.com
Hoy en la página y categoría Libros y Cine, voy a hacer una crítica que va más allá de lo que ha sido una miniserie de seis capítulos. Hoy quiero hablar de un programa que ha finiquitado el pasado lunes, Victor Ros, una serie policíaca basada en un personaje creado por Jerónimo Tristante.  Cuenta la vida y los casos de un policía de la brigada metropolitana del Madrid del siglo XIX, un personaje que siendo chirlero (carterista) en su adolescencia, consigue llegar a ser el mejor policía de la brigada.

Un trabajo muy interesante que nos cuenta con un rigor histórico bastante exacto como era la vida de la policía en un siglo donde, ya se vislumbraban varios adelantos en otros países; pero, como no, aquí todavía no se podía soñar con determinados métodos (nuestro sino ha sido siempre ir por detrás del mundo).

Bien, primero quiero dar mi opinión sobre la serie como tal. A mi me ha gustado mucho. Tras varios desencantos televisivos comencé a ver las aventuras de este policía de origen humilde y delictivo, por pura curiosidad, con la sensación de que iba a ser una serie más, otro programa que no iba a soportar más de quince minutos. Por el contrario me encontré con la sorpresa de que me gustaba, y me gustaba mucho, no sé si por su aire retro y su recuerdo al siglo XIX y ese Madrid, todavía castizo, o por un guión interesante que era capaz de mantenerme pegada al sofá. El caso es que no me desilusionó y, es más, según iban pasando los capítulos me iba atrapando más.

Buenos actores, tengo que destacar el siempre buen hacer de Tito Valverde en el papel de Armando Martínez, el inspector que recoge de la calle a un adolescente Victor Ros y le forma como el buen policía que llega a ser (lástima que su papel sea tan breve). Carles Francino borda el papel de Victor. Megan Montaner interpreta a las mil maravillas a Lola "La Valenciana" una prostituta guerrera y con ganas de cambiar de vida. Tomás del Estal entra de lleno en el papel de Blázquez, el eterno segundón, el sargento eficaz pero al que los ascensos no le llegan aunque los merezca, socarrón, tranquilo, ama todo lo evidente y un poco reticente con las nuevas técnicas, sabe poner el punto de humor o ironía a la serie. Juan Fernández interpreta al comandante Buendía, militar retirado que está a cargo de la brigada como comisario. Esmeralda Moya es Clara, una señorita de buena familia, hija de un grande de España, y que se ve salpicada por el primer caso de Ros, del que se enamora perdidamente, Clara es una mujer adelantada a su tiempo, preocupada por el progreso y la educación de la mujer y de los más desfavorecidos; es decir una mujer que a pesar de su educación no le duelen prendas a la hora de hacer obras sociales y luchar por unos derechos más que merecidos, aunque eso la lleve a enfrentarse con su propio padre. Y por último tengo que hablar de un increíble Helio Pedregal interpretando a Aldanza, un misterioso personaje, el malo malote, o más bien un hombre empeñado en cambiar el mundo (lo mismo no estaba tan equivocado y lo que pretendía no era tan malo, lo malo eran los métodos para conseguir lo que quería).

El resto de actores y personajes no dejan tampoco indiferentes, cada uno cumple con su labor a la perfección haciendo un gran trabajo de equipo, (Sánchez, Crespo, Carballo, los padres de Clara, la madame de la casa de citas donde trabaja Lola, Fernado (el jefe supremo de la brigada) y otros más, que aunque aparecen más esporádicamente no dejan de hacer un  gran trabajo. Nombrar a todos sería interminable, pero el conjunto coral es muy bueno.

El guión es muy bueno, no he leído las novelas de Tristante, y yo soy de las que siempre critico que donde esté una buena novela que se quite su versión cinematográfica o televisiva, pero en este caso el trabajo ha salido muy aceptable, tendré que leer la novela para poder tener la visión del texto escrito.

Los decorados son magníficos, recrean a la perfección ese Madrid decimonónico. La verdad es que te crees lo que ves, igual que las tomas de paisajes y vistas aéreas que son muy buenas.

Ahora viene la otra crítica la que hago a la cadena por no haber promocionado más la serie, ¿cómo es posible que inviertan dinero en una producción para luego dejar que pase de largo sin informar sobre ella, sin promocionarla debidamente?, y más cuando vemos que hay otros programas que merecen mucho menos la pena y aburren con tanta publicidad. No lo veo lógico. He leído por ahí, no con estas palabras,  pero si dejándolo caer, que esta serie se grabó con la idea de ser un relleno y sin ninguna garantía de que fuera a tener ni éxito, ni continuidad. Que me expliquen como se puede invertir dinero, trabajo y tiempo en algo en lo que no crees ¿Estamos tontos o qué? o ¿es que quizás al ser una televisión pública no es tan importante que rinda o no? Bueno señores esto es España y como nosotros no comencemos a solucionar esto nos quedaremos como Víctor Ros en el siglo XIX.

Y como no también tengo que criticar a los espectadores (que sí que para gustos colores, y entiendo que a nadie le tiene que gustar lo mismo). Pero luego no me cuadran ciertas protestas, ¡venga! vamos a quejarnos de los grandes hermanos, de las Belenes Esteban, de los Sálvame, de los critiqueos (de los que por cierto se benefician, tanto las cadenas, como los presentadores y colaboradores, y los sufridos famosos, ¡pobrecitos!, como les masacran y no les dejan vivir, pero como acuden todos cuando les ponen un cheque en las manos, ahí no importa perder la dignidad y llamar amigo a quien a sido tu mayor pesadilla).

Se nos mire por donde se nos mire, somos un país muy curioso. Por una parte criticamos la programación basura, pero por otro no podemos vivir sin ella, dejamos pasar programas con interés no sólo de intriga y de diversión, sino también como un buen trabajo con base histórica, que nos enseña como era la vida de la policía antes de existir los CSI, Las Mentes Criminales, etc. y nos muestra la vida de nuestros bisabuelos y abuelos, y preferimos ver el resumen del resumen del debate del Gran Hermano Vip (o sea más de lo mismo y nada que no hayamos visto a otras horas del día) porque el machaque con este tipo de programa es brutal, vamos que no te pierdes una aunque no los veas, solo con zapear ya te enteras de las últimas novedades de esta gente que se mete en una casa a convivir, dicen, con una panda de extraños, ja ¿Me lo dicen o me lo cuentan? Somos geniales y sí, aunque no es la primera vez que lo digo, tenemos lo que nos merecemos.

Una lástima que una serie que podía dar mucho más juego, ya que el último episodio terminó de una forma maravillosa para darle continuidad, haya pasado sin pena ni gloria. 



Animo a todos los que no la hayan visto a que la vean a través de la página de la 1 de RTVE, merece la pena, sobre todo a aquellos que les guste el género policíaco con tintes históricos.

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Y LLEGARON LOS TROYANOS...

Llegaron y vencieron, al contrario que en el clásico poema griego, donde les dieron una tunda de padre y muy señor mío. Y es que me estoy refiriendo a Troya, la película, que si bien la adaptación para el cine es un fiel reflejo de lo que fue aquella epopeya, y a los pobres troyanos les siguen dando "pal pelo" como film creo que fue un éxito aceptable. Tiene un buen guión que respeta bastante la obra original, aunque claro algunas cositas si que meten los señores de Hollywood, que si no no sería la Meca del cine, pero en general les quedó un trabajo aceptable tanto visual como de rigor histórico, en cuanto a todo lo histórico que puede tener una versión escrita por Homero, un señor que ya en los tiempos clásicos fue acusado de poner las cosas a su manera, ¡vaya! que hoy en día Homero sería uno de los mejores guionistas de la industria del cine. 

La película me parece medianamente buena, y tras verla varias veces ya que tengo la cinta en vídeo y además la he visto en la televisión, ayer sin ir más lejos, y creo recodar que hace no mucho la volvieron a proyectar, tengo que decir que es de esas películas que cuanto más la ves, más la disfrutas. Y es que tras ver la aberración del otro día donde me tratan a Lincoln de un vulgar cazador de vampiros y al ejército confederado como una legión de vampiros hambrientos y deseosos de acabar con el mundo (peliculilla que ya despacharé a gusto otro día), pues ver a toda la cohorte de dioses, semidioses, héroes, semihéroes y reyes míticos me parece una gozada.

El reparto es más que aceptable, incluso Brad Pitt, un actor que no es mucho de mi agrado es más que soportable transformado en Aquiles. Un discreto y poco aireado en la fábrica del cine Eric Bana me convence plenamente como Héctor. Orlando Bloom creo que borda su papel del nenaza Paris, se ve que mis simpatías no están con este personaje que tras liarla parda va corriendo a esconderse tras las murallas de su ciudad; no, nene, ¿nadie te comentó que después de raptar una mujer ajena, nada menos que la consorte de un rey tirano no se puede esconder uno bajo la toga de papi y el escudo del chache mayor? Y enfurruñar no solo a Menelao, el esposo traicionado, también a su hermanito, el todopoderoso Agamenón, a quien con el pretexto de defender el honor de su hermanito tuvo la excusa perfecta para apoderarse de lo que quería hacía tanto tiempo. Pero claro, si esto no hubiese sucedido así tanto el poema de Homero, como la versión cinematográfica se hubiese ido al traste. Sean Bean también ejerce muy bien como Ulises u Odiseo, el sabio rey de Ítaca que tiene la idea del caballo de marras (increíble que este actor que es conocido porque personaje que interpreta, personaje que muere; aquí es uno de los pocos que termina vivito y coleando), eso sí, para compensar se pierde en el regreso a casa y tarda la tira de años en volver; ¡Ah, no, tonta! que no fue su culpa que eso fue por culpa de Poseidón que se enfadó con él y sopló más fuerte de lo normal, total le pagó un crucero de lujo je,je,je, ¡como se la gastaban estos dioses griegos! pero esa es otra historia que ya está tardando mucho en explotar las cinematográficas y hacer una versión aceptable, que creo que alguna película sobre este tema ya ha circulado por ahí.

Mención especial a Peter O'Toole en su papel de Príamo, el anciano rey de Troya. La escena en la que se enfrenta a Aquiles reclamándole el cuerpo sin vida de su hijo Héctor, es la escena más completa y la mejor de toda la cinta, al menos para mí, ahí se ve la veteranía y el saber hacer de los buenos actores. Me gustó en especial el actor secundario Brian Cox en su papel de Agamenón, lo hace tan bien que llegas a tomar verdadero asquito a este rey tirano y no dejas de respirar aliviada hasta que el superhéroe Aquiles-Pitt le da lo que se merece.

En los papeles femeninos solo destaco a Rosa Byrne en el papel de Briseida, la prima sacerdotisa de Héctor y Paris, que le quita bastante protagonismo a la hermosa actriz (Diane Kruger) que hace el papel de Helena de Troya, la desencadenante de esta tragedia clásica y  la que fue considerada por la Historia como la mujer más bella de todos los tiempos.

Esta película me parece un trabajo muy digno y que dentro del cine de batallas y divertimento es una de las mejores maneras de acercar al público más joven a uno de los grandes clásicos, porque, siendo sinceros, ¿quién se pondría ahora a leer por voluntad propia el maravilloso trabajo de Homero si no fuera por la obligación de alguna tarea lectiva? Desde luego entre los más jóvenes me temo que muy pocos. 

Nota: cliqueando en la primera palabra que pone Troya saldrá el enlace a la página de Wikipedia sobre la información de la película. Cliqueando sobre la foto, tomada de la página "filmaffinity", saldrá el enlace de esta película con su ficha técnica y comentarios.

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HAY VECES QUE ZAPEAR SIRVE DE ALGO


Lo comprobé ayer cuando zapeando por pura desesperación y ya jurando en hebreo y preguntándome que para que narices servía tanto canal, me crucé nada menos que en Telemadrid, que no es precisamente una de mis cadenas amigas, con una película: "En la ciudad sin límites".

Al principio dije ¡Dios!, una coproducción hispano-argentina, ¡horror! pero aguanté unos cinco minutos y me di cuenta que la cinta me estaba enganchando. Lo que en principio tomé por un thriller con conspiración, espionaje, asesinato; resultó que al final no era nada de eso, un thriller sí, pero no hace falta una historia complicada para crear suspense, las emociones y la tensión también se pueden encontrar en la vida cotidiana.

A grandes rasgos la película cuenta la historia de una familia, la madre, sus tres hijos y sus nueras que se reúnen en París donde, Máximo, el cabeza de familia esta hospitalizado a causa de una enfermedad terminal. El anciano se siente acosado y dentro de su gravedad vive en alerta constante, sintiendo la paranoia de un mundo conspiratorio con la sospecha de que todos los que le rodean: familia, médicos y enfermeras están en su contra. Sólo Víctor, el menor de sus hijos, y precisamente el que lleva más tiempo viviendo lejos del círculo familiar, empieza a sospechar que tras los delirios de su padre hay un poso de realidad.

Simplemente con un número de teléfono que nadie atiende, dos botones de una vieja chaqueta y un nombre, "Rancel", de  quien nadie sabe nada, comienza sus indagaciones. Estas le llevan a averiguar el pasado de su padre, su juventud como miembro del partido comunista español exiliado en París, su convivencia con otros españoles en la misma situación y con su amante.

Víctor se da cuenta que llevado por un sentimiento de culpabilidad por su pasada cobardía, su padre navega en el pasado e intenta, en su presente, avisar a sus compañeros, viajeros en aquel tren, que no lo tomasen ya que su destino era el de la opresión y la tortura de la prisión.

A la vez mientras se desarrolla esta historia se dan unas leves pinceladas de la situación actual, tanto de la de Víctor, como de la de sus hermanos.

Una buenísima película que nos habla de temas tan normales y a la vez tan complicados como los de: las relaciones, los secretos de familia, la homosexualidad, la mentira, los recuerdos del pasado, los reencuentros, la cobardía, la traición, el sentimiento de culpa y también como no, la conspiración. Y lo hace con tal elegancia y sutilidad que no te das cuenta del fondo de la película hasta que no la terminas de ver, incluida la sorpresa final.

Tengo que destacar el papel de sus tres protagonistas principales: Leonardo Sbaraglia, Geraldin Chaplin y un brillante Fernando Fernán Gómez en una de sus últimas interpretaciones, y por supuesto, un elenco de actores secundarios que hacen un trabajo maravilloso.

Una muestra de que para hacer buen cine no es indispensable que sea una gran superproducción americana, ni tenga efectos especiales de última generación, con un bueno y perfectamente bien hilado guión, una interpretación más que sobresaliente y una buena fotografía se puede hacer un trabajo magnífico, uno de esos trabajos que te dejan el sabor agridulce de las historias que tocan el alma porque tras cada fotograma hay pura poesía.


NOTA: La foto de la película está tomada de la página "filmaffinity". La misma página que he enlazado en el nombre del film.

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